AMLO CON LA AUTORIDAD MORAL PARA CONVOCAR A UNA NUEVA CONFERENCIA MONETARIA INTERNACIONAL
Después de la “crisis global” del 2008-009 esa misma crisis nunca se solucionó. A un sistema financiero en donde el 90% de lo que circulaba en dólares era especulativo y solo un 10% representa producción, se le siguió inyectando dinero vía los “alivios cuantitativos” de B. Bernake. Hoy, después de decenas de billones de dólares (millones de millones) inyectados a la banca por diferentes vías o usados como “rescates” de esos bancos quebrados, la economía real o física permanece estancada y la propia China sucumbe ahora ante esa parálisis. Los bancos nunca dirigieron esos recursos a la actividad productiva sino a otras formas de especulación cada vez más perversas como los “derivados financieros”. Igual las grandes corporaciones que recibieron también créditos y otros financiamientos. Los dedicaron a comprar sus propias acciones y a alimentar el mercado especulativo. Hoy todo se derrumba otra vez. Los capitales buscan refugio en los bonos de los gobiernos o en el oro. Ya ni saquear a los países pobres como México les interesa. Sienten “aversión al riesgo” como dicen ellos, en los “mercados emergentes”, el eufemismo que usan para no llamarnos “países a atracar”. Tendrá que venir un arreglo monetario mundial como el “Nuevo Bretton Woods” que propuso Lyndon H Larouche en los años 90s después de las diferentes crisis monetarias de entonces mediante un acuerdo entre Estados Unidos, Rusia, China y otros países. Un nuevo sistema financiero con instituciones de crédito que canalicen recursos masivos a la infraestructura; a la industria; la producción de alimentos y, sobre todo, a una nueva revolución tecnológica ubicada en los viajes al sistema solar empezando por la industrialización de la luna y la energía nuclear de fusión. Esto la recuperara o reintegrara a la humanidad la capacidad productiva que ha perdido en 4 décadas de estancamiento. Será el nuevo renacimiento de la humanidad como el del siglo XV en Italia. De lo contrario entraremos en una “edad obscura sin posibilidades de renacimiento” como diría José López Portillo, el último presidente de la revolución mexicana, ante la ONU, poco antes de dejar el poder en México. Nosotros, los mexicanos, que a partir sobre todo de 1994 y la inauguración del TLCAN, mismo a nuestro país irse al infierno del desempleo, la miseria, la violencia y el dominio del narcotráfico. POR ESO EL PRESIDENTE AMLO TIENE LA AUTORIDAD MORAL PARA LLAMAR A LAS NACIONES A UNA NUEVA CONFERENCIA MONETARIA INTERNACIONAL.
Después de la “crisis global” del 2008-009 esa misma crisis nunca se solucionó. A un sistema financiero en donde el 90% de lo que circulaba en dólares era especulativo y solo un 10% representa producción, se le siguió inyectando dinero vía los “alivios cuantitativos” de B. Bernake. Hoy, después de decenas de billones de dólares (millones de millones) inyectados a la banca por diferentes vías o usados como “rescates” de esos bancos quebrados, la economía real o física permanece estancada y la propia China sucumbe ahora ante esa parálisis. Los bancos nunca dirigieron esos recursos a la actividad productiva sino a otras formas de especulación cada vez más perversas como los “derivados financieros”. Igual las grandes corporaciones que recibieron también créditos y otros financiamientos. Los dedicaron a comprar sus propias acciones y a alimentar el mercado especulativo. Hoy todo se derrumba otra vez. Los capitales buscan refugio en los bonos de los gobiernos o en el oro. Ya ni saquear a los países pobres como México les interesa. Sienten “aversión al riesgo” como dicen ellos, en los “mercados emergentes”, el eufemismo que usan para no llamarnos “países a atracar”. Tendrá que venir un arreglo monetario mundial como el “Nuevo Bretton Woods” que propuso Lyndon H Larouche en los años 90s después de las diferentes crisis monetarias de entonces mediante un acuerdo entre Estados Unidos, Rusia, China y otros países. Un nuevo sistema financiero con instituciones de crédito que canalicen recursos masivos a la infraestructura; a la industria; la producción de alimentos y, sobre todo, a una nueva revolución tecnológica ubicada en los viajes al sistema solar empezando por la industrialización de la luna y la energía nuclear de fusión. Esto la recuperara o reintegrara a la humanidad la capacidad productiva que ha perdido en 4 décadas de estancamiento. Será el nuevo renacimiento de la humanidad como el del siglo XV en Italia. De lo contrario entraremos en una “edad obscura sin posibilidades de renacimiento” como diría José López Portillo, el último presidente de la revolución mexicana, ante la ONU, poco antes de dejar el poder en México. Nosotros, los mexicanos, que a partir sobre todo de 1994 y la inauguración del TLCAN, mismo a nuestro país irse al infierno del desempleo, la miseria, la violencia y el dominio del narcotráfico. POR ESO EL PRESIDENTE AMLO TIENE LA AUTORIDAD MORAL PARA LLAMAR A LAS NACIONES A UNA NUEVA CONFERENCIA MONETARIA INTERNACIONAL.
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