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LOS HOMICIDIOS NO DISMINUYEN EN LOS 100 DIAS DE AMLO: SABA… ¿Por qué? Una hipótesis
De acuerdo al monitoreo de Saba Consultores sobre homicidios dolosos diarios que se apoya en las propias cifras del gobierno federal, durante los primeros 100 días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la excepción del mes de diciembre, su primer mes de mandato (en donde el nivel más alto fue de alrededor de 80 pero con bajas hasta de 54), el resto de los 100 días tuvo alzas hasta de más de 100, elevando la línea superior a 99 casos diarios y estableciendo un promedio o línea media de 73 homicidios diarios . Las curvas del monitoreo de Saba son bastante ilustrativas e indican que si bien se han logrado días de bajas significativas la ola de crímenes no se detiene. Frente a eso hay algunas posibles explicaciones más o menos evidentes como podrían ser los mismos reacomodos en las fuerzas de seguridad por el nuevo gobierno; el impacto de la discusión sobre la Guardia Nacional y el papel de los militares en ella etc.; que afectan, sin duda, al desempeño de los diferentes cuerpos de seguridad. 
Sin embargo, como se puede ver en el caso de las zonas del guachicola y en los últimos días en el caso de Guanajuato con el operativo que desplego el gobierno contra el cartel de Santa Rosa de Lima, esas bandas criminales están asentadas sobre una amplia base social que es la PARTE CRIMINAL DE LA ECONOMIA INFORMAL.Es decir, de los casi 30 millones de desempleados que sobreviven en el “sector informal” que dejo el periodo neo liberal, y de los más los 2.5 millones de desempleados que oficialmente se reconocen, una buena parte de ellos se dedican a las actividades criminales como el narcotráfico, el guachicola (o “mercado negro de combustibles”) ; al secuestro, a la extorsión, al robo de vehículos etc., actividades que se entrecruzan con negocios como las casas de cambio, centros nocturnos, desarrollos inmobiliarios, comercio ambulante y piratería, prostitución y juego (casinos), agiotistas, centros comerciales etc. Así que cuando el nuevo gobierno intenta atacar, ataca no solamente a bandas criminales sino a una enorme estructurad de informalidad criminal. Al ir cerrando espacio a estos sectores como fue en el caso del huachicol, los enfrentamientos por territorios o por clientes y mercado se generalizan. Eso podría ser una causa de que la ola de crímenes no disminuya. Solo el avance de los programas sociales junto con el crecimiento económico ira disminuyendo ese tipo de violencia al ofrecer otras opciones a los millones que hoy viven de la actividad criminal y aparecen en las cifras del INEGI solo como “empleos informales”.

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