EL VOTO DE LA MUJER EN MÉXICO
Dado que el voto de la mujer evolucionó de forma asimétrica en el tiempo y la geografía nacional, amén de los incidentes en el aspecto legislativo, me resulta imposible hacer una narrativa completa, así que solamente haré un recuento cronológico hasta donde este espacio me permite.
La lucha femenina por la reivindicación de los derechos de la mujer (principalmente los políticos) data de los años 1884 y 1887, cuando por primera vez en la revista femenina “Violetas del Anáhuac”, fundada y dirigida por Laureana Wright González y escrita solamente por mujeres, demandó el sufragio femenino. Hacia 1910, el club femenil antireeleccionista: “Las Hijas de Cuauhtémoc” se unió a Madero, y las mujeres integrantes protestaron por el fraude en las elecciones, demandando además su participación política. El 13 de enero de 1916, se realizó el primer Congreso Feminista, impulsado por el general Salvador Alvarado, Gobernador de Yucatán. Uno de los principales acuerdos logrados en este Congreso fue demandar que se otorgara el voto a las mujeres. En 1917 se promulgó la Constitución Política, que les escatimó este derecho.
En abril de 1917 se expidió la Ley de Relaciones Familiares, según la cual los hombres y las mujeres tienen derecho a considerarse iguales en el seno del hogar. Del 20 al 30 de mayo de 1923, la Sección Mexicana de la Liga Panamericana de Mujeres convocó al Primer Congreso Nacional Feminista, realizado en la Ciudad de México, con asistencia de 100 delegadas. Sus principales demandas en lo político fueron: la igualdad civil para que la mujer pudiera ser elegible en los cargos administrativos; la igualdad política y la representación parlamentaria. El 13 de julio de ese mismo año, el gobernador de San Luis Potosí, Aurelio Manrique, expidió un decreto por el que se concedió a las mujeres potosinas el derecho a votar y a ser elegidas en elecciones municipales.
El 18 de noviembre de 1923, Elvia Carrillo Puerto, hermana de Felipe, gobernador de Yucatán, fue electa diputada al Congreso Local por el V Distrito, cargo al que renunció después de dos años, debido a las amenazas de muerte que recibía. Más tarde cambió su residencia a San Luis Potosí, y ganó la elección, pero el Colegio Electoral no reconoció su triunfo.
En 1935, por primera vez, las mujeres participaron en las votaciones internas del Partido Nacional Revolucionario (PNR), agrupadas en el Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDN) que incluía a militantes o simpatizantes del Partido Comunista. Esta vez, demandaron sus derechos políticos, reivindicaciones de género, sindicalización de las obreras y empleadas gubernamentales, e instalación de salas de asistencia infantil, anexas a los mercados. La fuerza de su activismo desencadenó la demanda febril del voto.
En 1937 el presidente Lázaro Cárdenas envió a la Cámara de Senadores la iniciativa para reformar el Artículo 34 constitucional, como primer paso para que las mujeres obtuvieran la ciudadanía. En 1938 la Reforma se aprobó y ese mismo año hicieron lo propio la mayoría de los Estados. El 24 de diciembre de 1946, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa enviada por el presidente Miguel Alemán, en la que se adicionó el Artículo 115 Constitucional, que entró en vigor el 12 de febrero del siguiente año, esta adición establecía que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas.
El día 6 de abril de 1952 se congregaron unas 20 mil mujeres en el parque “18 de marzo” de la Ciudad de México, para demandar al candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines que cumpliera su promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser votadas. El 17 de octubre de 1953, ya como presidente cumplió su palabra y publicó en el Diario Oficial el nuevo texto del Artículo 34 Constitucional: “Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21 si no lo son, y tener un modo honesto de vivir”. En las elecciones del 3 de julio de 1955 las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto. En esa ocasión se elegía a diputados federales para la XLIII Legislatura. Pese a la importancia que tuvo ese primer ejercicio de libertad de decisión, las mujeres llevan muchos años esperando que la justicia sea una realidad, sobre todo porque la tradición ha rebasado la ley ¡los hombres decidían lo que sus esposas, hijas o hermanas deben hacer!
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